lunes, 28 de octubre de 2013

Monasterio de Santo Domingo de Silos "El Antiguo"

Parte del monasterio conocido como Santo Domingo el Antiguo, cuya fundación se cree que se produjo en el año 1085, era en origen un palacio construido por el infante Don Manuel a finales del s. XIII y separado de él por una pequeña calleja. Su hijo, Don Juan Manuel, dona estas dependencias al convento y, probablemente, la calle se incorpora al convento a finales del s. XIV o principios del XV, convirtiéndose primero en cobertizo y posteriormente cerrándola por completo.

La fachada del antiguo palacio que don Manuel construye para su hijo don Juan Manuel se encontraba enfoscada hasta el año 2012.
Estado inicial de la fachada

Localización de la fachada y de la calle en el Plano de Ibáñez Ibero (siglo XIX)

Al retirar los enfoscados modernos aparece un arco de herradura apuntado afectado por la apertura de una ventana moderna que formaría parte, originalmente, de una doble arquería de herradura. 

Arco de herradura localizado

Situación en la fachada (estado actual)

Tanto las fuentes históricas como los datos arqueológicos nos dicen que, probablemente, ésta sea una de las fachadas mudéjares más antiguas conservadas en la ciudad. La fachada de Pedro I el Cruel (actual Escuela de Traductores) sigue las líneas generales de la que se ha documentado aquí. La sencillez de ambas contrasta, por ejemplo, con la recientemente descubierta en Madre de Dios fechada ya en el siglo XV.
Además de este arco aparece, formando parte de la fábrica del muro, un fragmento de  cancel visigodo reutilizado como mampuesto en la fachada.

Fragmento de cancel Visigodo
Cancel visigodo

Estos canceles eran usados normalmente para acotar espacios dentro de los templos. Decorada en el centro con una cruz patada de triple reborde con brazos de base recta y disco central inscrita en tondo sogueado y con una flor acorazonada en las esquinas. En la parte inferior está decorada con motivos vegetales.
Son numerosos los restos conservados y relieves con temas simbólicos de las iglesias visigodas, como canceles, pilastras, impostas… que después de amortizados los edificios para los que fueron concebidos se reutilizan en construcciones más modernas. Ejemplos de ello los encontramos en la ciudad en un gran número de viviendas o edificios religiosos y casi siempre con la intención de darle un toque decorativo a las fachadas. Recordemos, entre otros, la fachada de las conocidas “cuevas de Hércules” en el callejón de San Gines, la torre de El Salvador o la vivienda, rehabilitada no hace muchos años, ubicada en el corredorcillo de San Bartolomé.



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