lunes, 24 de marzo de 2014

Trabajos de Arqueólogo

Este blog se hizo con la intención de hacer llegar a todo el mundo qué es exactamente un arqueólogo, qué hace en las obras, qué tiene de verdad eso de “la brocha y el pincel” y cómo llega a esas conclusiones en las que por un fragmento de cualquier “vasija” es capaz de explicar cómo se vivía hace muchos siglos.

¿Por dónde empezar? ¿Qué hace un arqueólogo en las obras?

A veces, pasar un poco de vértigo en los andamios, pero sobre todo “leer”, leer todos aquellos restos que cada uno de nosotros va dejando a su paso.

Forjado sin suelo

Cuando uno de nosotros decide poner un suelo nuevo en su casa u otra pintura en las paredes no está más que reflejando una moda actual de ese momento y si vamos retirando esas diferentes capas que se van dejando vamos viendo aquellas “modas” más antiguas y que nos dicen cómo eran y cómo actuaban las personas que antes vivían en esta ciudad.

Antiguas pinturas bajo los revocos.

En la foto se observan tres suelos, diferentes y a distinta altura, que nos dan la base para llegar a conclusiones tanto de la época como de para qué se ha usado el espacio. No es complicado, al igual que actualmente nosotros no utilizamos el mismo tipo de suelo en un patio que en nuestra habitación, salón o cocina.



La arqueología en una ciudad tan rica como Toledo no sólo se hace en el subsuelo, las paredes también nos revelan muchas cosas sobre nuestros antepasados.

Abordar el tema de la “brocha y el pincel” es complicado. No se puede negar que, en ocasiones, se usa; sería muy complicado excavar de otra manera aquellos materiales más delicados. Pero, si espiásemos ahora mismo a los arqueólogos que se encuentran trabajando, no sería la única herramienta con las que les veríamos, el pico y la pala forman parte de la indumentaria de la mayoría de los arqueólogos, pero también lo es el lápiz, la cámara y algunos otros artilugios que le facilitan esa “lectura” de la que hablábamos.



Suponemos que es complicado explicar todas las labores que realiza un arqueólogo, lo que sí está claro es que debe ser una profesión con gran parte de vocación, todo arqueólogo pone cara de emoción, cuando le sale cualquier “vasija” toda llena de barro y la mayoría de las veces rota o cuando con ella consigue encontrar una explicación a algo que llevaba tiempo rondándole la cabeza.



El arqueólogo es aquella persona con botas de montaña y forro polar que ronda por las obras con su cuaderno de dibujo, aquella persona con fama de “que para las obras”, quizás un poco incomprendido, quien iba a entender que alguien se pase la vida formándose, siempre estudiando para estar al día, sólo para estar siempre tirado en el suelo jugando con tierra y con el pelo lleno de yeso y polvo.

Cuando el arqueólogo encuentra sentido a alguna de las intervenciones en las que toma parte, ayudando a entender un poco mejor el pasado, siente que pasa a formar parte de la historia, en el caso de una casa toledana deja un poco de él en ella y siempre la recuerda como el “sitio donde excave esto o lo otro”

Desde este blog queremos compartir con todo el mundo esa pasión por nuestro trabajo, esperamos poder conseguirlo.

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